La importancia de un representante del Departamento General Obligado en la reforma constitucional de Santa Fe. Por Dante Zanel
La provincia de Santa Fe enfrenta una oportunidad histórica con la reforma de su Constitución, un momento crucial para rediseñar el pacto social y político que definirá su desarrollo en las próximas décadas. En este contexto, el Partido Justicialista, como fuerza política clave en la provincia, tiene el desafío de garantizar una representación equitativa y federal. Es imprescindible que esta nueva Constitución refleje las realidades y demandas de todas las regiones de Santa Fe, en particular las del Departamento General Obligado, cuya inclusión en un lugar expectante en la lista de constituyentes es esencial para revertir desigualdades históricas y construir una provincia más equitativa.
Un departamento clave para la provincia
El Departamento General Obligado es uno de los territorios más significativos de la provincia de Santa Fe. Su extensión geográfica lo convierte en una de las zonas más amplias del norte provincial, abarcando una diversidad de paisajes, recursos naturales y comunidades. Con más de 200.000 habitantes, es un motor demográfico y cultural que conecta las riquezas de la región norte con el resto de la provincia.
Desde sus raíces históricas, General Obligado ha sido un punto estratégico de desarrollo, tanto en términos de su aporte al federalismo como en su rol en la producción agropecuaria, industrial y cultural. Sin embargo, su realidad económica y social contrasta con la del sur provincial, evidenciando una brecha histórica en materia de infraestructura, inversión pública y desarrollo.
La deuda histórica con el norte santafesino
El centralismo histórico que ha beneficiado al sur de la provincia, en especial al Gran Rosario y la ciudad de Santa Fe, ha relegado al norte a una posición secundaria en la toma de decisiones. Esto se traduce en una desigualdad visible en áreas como:
– Infraestructura: Rutas en mal estado, falta de conexiones eficientes y escasa inversión en obras públicas.
– Educación y salud: Menor acceso a servicios de calidad comparado con el sur.
– Producción y desarrollo: Falta de políticas que potencien las capacidades productivas del departamento, pese a su riqueza agroindustrial.
La ausencia de representación fuerte y activa del norte en espacios clave de decisión política ha perpetuado estas desigualdades. La reforma constitucional es una oportunidad ineludible para corregir estas injusticias.
El rol del Partido Justicialista
El Partido Justicialista tiene la responsabilidad histórica de promover una representación federal que refleje la diversidad y las necesidades de toda la provincia. En este contexto, incluir a un representante del Departamento General Obligado en un lugar expectante en la lista de candidatos a constituyentes no solo es un acto de justicia, sino una decisión estratégica para fortalecer el vínculo con una región que ha sido históricamente un bastión justicialista.
La presencia de un representante del norte en la redacción de la nueva Constitución garantizará que temas como la distribución equitativa de recursos, la planificación de infraestructura, el fomento del desarrollo productivo y la descentralización de decisiones estén en la agenda. Además, servirá como un mensaje claro de que el partido entiende y responde a las demandas de todas las regiones, rompiendo con el centralismo tradicional.
Construir una provincia más justa y equitativa
La incorporación de un representante del Departamento General Obligado en un lugar prominente no es solo una cuestión simbólica, sino una herramienta real para transformar las condiciones del norte santafesino. Esta decisión marcaría un compromiso con el federalismo y con una provincia donde todas las voces tengan el mismo peso en la construcción del futuro.
Dejar de lado esta oportunidad sería perpetuar las desigualdades que han frenado el desarrollo integral de Santa Fe y marginar nuevamente a una región que tiene mucho que aportar. Por el contrario, dar protagonismo al norte es un paso hacia una provincia más justa, equitativa y con una visión de desarrollo verdaderamente integral.
La reforma constitucional debe ser el momento en que Santa Fe, de la mano de su dirigencia política, le dé al norte el lugar que siempre mereció. Y es el Partido Justicialista quien tiene en sus manos la posibilidad de liderar esta transformación.