El Obispo de la diócesis de Reconquista, Ángel José Macín, compartió su mensaje y reflexión para esta Navidad.
El Obispo de Reconquista, Ángel José Macín, compartió su mensaje y reflexión para esta Navidad, centrado en el verdadero significado de la celebración: el nacimiento de Jesús.
«El niño Dios debe ser el eje de la Navidad, ya que Él es el regalo y la presencia divina en la historia humana».
Macín destacó que, en los tiempos actuales, la forma de vivir la Navidad ha cambiado, agregando más actividades, intensidad y, a veces, ansiedad. Sin embargo, el obispo hizo un llamado a volver a la esencia misma de la Navidad, a buscar momentos de silencio, oración y, especialmente, la Eucaristía para agradecer a Dios por el don de su hijo y por su presencia en el mundo, manifestándose como hombre a través del nacimiento virginal de Jesús.
El obispo invitó a los fieles a pedirle a Dios que les ayude a posicionarse en su caminar, buscando serenidad, revisando sus vínculos con los demás y centrando su vida en lo fundamental. «El ruido es una constatación de que coincidimos, pero es importante resaltar que la Navidad debe vivirse con otra actitud», afirmó Macín.
Asimismo, remarcó que aunque los tiempos cambian, el mensaje de la Navidad permanece intacto: «Es la buena noticia por excelencia, que Dios decidió hacerse hombre, para hacernos partícipes de su divinidad, romper las cerraduras de la muerte y abrirnos a la vida eterna», explicó.
El Obispo subrayó que cada época del año resalta un aspecto de esta gran noticia, y que en estos tiempos, la Navidad invita al reencuentro, la intimidad con la familia, la reconciliación, el perdón, la paz, la alegría y la esperanza, necesidades esenciales de la humanidad en la actualidad.
Además, recordó que el próximo domingo se celebrará en la Catedral de Reconquista el inicio del Jubileo de la Redención 2025, una festividad de gran importancia para la Iglesia, que tiene sus raíces en los primeros siglos del cristianismo. Este evento litúrgico estará vinculado a una reflexión sobre la esperanza y la peregrinación del pueblo de Dios.
Fuente: Sin Mordaza