Especialistas anticipan que la primera quincena de enero tendrá lluvias inferiores a lo normal pero no ausentes, según el climatólogo Leonardo De Benedictis. Aunque las condiciones hídricas actuales son favorables, el aumento de temperaturas y la menor frecuencia de precipitaciones podrían afectar la humedad de los suelos.

 

De Benedictis explicó que el cambio en el patrón climático reducirá la frecuencia de lluvias respecto a la primavera, lo que, sumado a una mayor evaporación, será un desafío para los cultivos. El este de Buenos Aires y la región núcleo tendrán precipitaciones por debajo del promedio.

 

El climatólogo Germán Heinzenknecht destacó que se espera una mejora en la segunda quincena de enero, con lluvias más cercanas a valores normales. Además, prevé alternancia de periodos secos y húmedos hasta marzo, lo que permitiría un desarrollo razonable de los cultivos.

 

El Servicio Meteorológico Nacional agregó que el verano 2025 será más cálido en promedio, con lluvias normales o superiores en el oeste del país, pero inferiores en el este. Recomiendan monitorear el clima para mitigar riesgos en el agro.