El Dr. Fernando Senn, médico cardiólogo, nacido en Fortín Olmos y criado en la ciudad de Reconquista integró el equipo de profesionales que realizó esta intervención.

 

Senn contó la experiencia de realizar esta intervención a una mujer joven que había tenido complicaciones con aparatos «convencionales». Está pensado para personas que tienen alto riesgo de sufrir muerte súbita.

 

Una mujer de 41 años fue la primera persona en Santa Fe en recibir un implante de cardiodesfibrilador subcutáneo para la prevención de muerte súbita por padecer Fibrilación Ventricular Idiopática. Esta paciente había ya presentado complicaciones infecciosas con dos implantes previos con equipos convencionales, por lo cual se decidió optar por esta novedosa alternativa.

 

Después de realizados los test previos que confirmaron que era apta para el implante de este dispositivo se realizó la cirugía, que duró aproximadamente 85 minutos. Fue realizada en el Sanatorio de la Mujer por Fernando Senn, médico cardiólogo, especializado en electrofisiología y estimulación cardíaca artificial, junto a un equipo médico conformado por Gonzalo Beristain (jefe del Servicio de Cardiología), María Alejandra Barbieri (jefa de Sala de Cardiología), Gabriel Inchauspe (cirugía cardiovascular) y Andrés Kleiban (hemodinamia).

 

Este tipo de implantes (el cardiodesfibrilador automático CDI) se puede recomendar para pacientes con riesgo elevado de sufrir muerte súbita cardíaca debido a arritmias malignas (alteración del ritmo cardíaco). El aparato realiza un monitoreo continuo del ritmo cardíaco y en caso de presentarse una arritmia tiene la capacidad de realizar un «choque eléctrico» dentro del corazón para restaurar su ritmo normal.

 

Desde su aparición en los años 90, los cardiodesfibriladores fueron evolucionando. Los primeros requerían una cirugía cardíaca (con apertura del tórax para conectar el electrodo con capacidad de dar el choque eléctrico directamente en la superficie externa del corazón) hasta llegar a los actuales dispositivos que se implantan con una pequeña incisión debajo de la clavícula izquierda y sus electrodos llegan al corazón a través del sistema venoso, con una cirugía que dura aproximadamente 1 o 2 horas y son dados de alta en 24 horas, según explicaron los miembros del equipo médico.

 

Los cardiodesfibriladores automáticos implantables convencionales cambiaron la vida de muchas personas, pero llevan cables endovasculares y existen casos específicos en los cuales los pacientes no tienen accesos venosos o tienen riesgo elevado de infección endovascular por lo que no pueden recibir este tipo de implantes.

 

En la Argentina ya están disponibles los nuevos cardiodesfibriladores automáticos para implante totalmente subcutáneo, sin electrodos, que requieran estar en contacto directo con el corazón a través del sistema vascular, su funcionamiento consiste en un generador con un tamaño menor de 60cc y 130 gramos (que contiene la batería y un microchip que procesa la información) y un electrodo, los cuales se colocan totalmente por debajo de la piel por debajo de la axila el generador y por encima del esternón el electrodo.

 

Tiene la capacidad de detectar arritmias potencialmente letales y revertirlas mediante una descarga eléctrica con una efectividad semejante a la que posee el cardiodesfibrilador convencional.

 

Fuente: Diario La Capital y Radio Amanecer