Entre los obispos presentes, se encontraba el de la Diócesis de Reconquista, Monseñor Angel José Macín.
El papa Francisco concedió este jueves una audiencia de más de dos horas a los obispos argentinos del primer grupo que realiza la visita ad limina, en la que, en un clima de fraternidad, les pidió que acompañen más a los jóvenes y consideró que el gran desafío es la educación. También expresó su preocupación por la polarización en el país y manifestó el deseo de viajar a su tierra natal.
El papa Francisco expresó su deseo de visitar la Argentina, aunque sin precisar una fecha, durante la audiencia de más de dos horas que concedió este jueves en el Palacio Apostólico a los obispos argentinos del primer grupo que realiza la visita ad limina.
«El Papa expresó su deseo de visitarnos varias veces, pero la dificultad es de agenda», dijo a la prensa el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, tras la reunión.
En este sentido, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, dijo: «No tenemos ningún indicio por sí ni por el no, solo sabemos que es muy difícil».
“Su agenda ahora está más marcada por las necesidades de la Iglesia y de la sociedad en el complejo mundo global, que por sus sentimientos”, precisó el prelado platense.
Monseñor Fernández señaló que el pontífice escuchó de algunos obispos la «preocupación por la existencia de cierta tensión social» en el país y reveló que hablaron de la polarización que se generó a raíz del debate por el aborto.
En tanto, monseñor Stanovnik aclaró que el 90% de los temas abordados por Francisco “fueron de orden pastoral».
«El Papa insistió en varias ocasiones sobre el tema de la educación, su importancia y graves deficiencias. Nos insistió muy fuerte sobre ese tema», subrayó.
«Habló también de la cercanía con nuestra gente, nos animó. Dijo que la Iglesia argentina está pastoralmente muy cerca de las problemáticas de sus pueblos, eso lo repitió varias veces», destacó.
Saludo de monseñor Malfa
La Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) señaló que el encuentro de los obispos argentinos con el Papa “se desarrolló en un clima de fraternidad” y sirvió para renovar su fe y su ministerio episcopal.
El obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, monseñor Carlos Malfa, entregó un saludo en nombre de los obispos presentes, en el que destaca la importancia de este encuentro con “el hermano y amigo querido con quien hemos ‘caminado juntos, confesado a Jesucristo y construido la Iglesia’ durante muchos años”.
“Traemos las alegrías y las tristezas, los dolores y esperanzas de los hombres y mujeres de la Patria, sobre todo de los pobres, los débiles, los que sufren, quienes pertenecen a la Iglesia por derecho evangélico”, asegura.
Según la Oficina de Prensa de la CEA, los obispos argentinos fueron compartiendo con el Santo Padre “las distintas realidades pastorales de sus diócesis y sus desafíos”.
“En el intercambio, el Santo Padre los motivó a ser testigos de la fe. Del mismo modo, el papa Francisco les manifestó a los obispos a que acompañen particularmente a los jóvenes y que le dediquen tiempo a ese acompañamiento”, sostuvo.
“Asimismo, en el intercambio sobre la pastoral, los obispos compartieron con el Santo Padre el gran desafío que existe en la Argentina con la educación”, añadió.
Por la tarde, los obispos continúan con el programa previsto para esta cuarta jornada, donde visitan la Comisión Pontificia para América Latina (CAL), el Palacio de San Paolo, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y la Secretaría para la Comunicación.
El domingo iniciará la visita el segundo grupo, de 29 obispos, entre ellos el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea, que verán al Papa el viernes 10 de mayo.
Fuente – Diario Norte Chaco