El clima político institucional en el parlamento santafesino no es el mejor. La relación entre oficialismo y oposición se erosiona con inusitada velocidad. Tampoco son ajenas las intrigas políticas dentro de los propios partidos y frentes.
El horizonte electoral, a nueve meses del armado de las listas, comienza a inquietar los ánimos y las hilanderías de conjeturas suelen obnubilar los razonamientos más elementales. Por mas raciocinio que intente ponerle el siempre amigable componedor jefe de la bancada socialista Rubén Galassi.
El fracaso – anunciado – por falta de quórum del oficialismo de la segunda Asamblea Legislativa, que dejó aprobados de manera ficta (por el mero paso del tiempo) dos pliego para vocales del Tribunal de Cuentas que tenían dictamen en contra de la Comisión de Acuerdos, crispó aún más los ánimos.
Dentro de la severidad discursiva de los pocos legisladores opositores que se hicieron presentes el jueves pasado en el recinto, el tono del peronista Luis Rubeo fue dialécticamente significativo: «estos dos nuevos vocales del Tribunal de Cuentas podrán tener legalidad pero no contarán con legitimidad», resumió.
La grieta se trasladó al Senado donde, sumado a otras refriegas políticas y broncas masculladas, el peronismo no bajó a sesionar.
El enojo del Senador radical Lisandro Enrico se hizo notar, intercambiando duras acusaciones cruzadas con el justicialista Armando Traferri, cuando el peronismo le avisó que aguardarían «dos o tres semanas» para tratar su iniciativa de narcomenudeo; Enrico considera que la dilación de su proyecto favorece la proliferación de la droga – y su inevitable secuela de violencia y muerte – en los barrios de las grandes urbes.
El senador peronista rafaelino Alcides Calvo se siente en la mira de la casa Gris como autor intelectual de la negativa a tratar una nueva autorización de endeudamiento al Poder Ejecutivo por 500 millones de dólares. En verdad, Calvo no es el único en el peronismo que se opone; todo el bloque quiere que el Ejecutivo le rinda cuentas de lo realizado con los primeros 500 millones de dólares autorizados en el 2016: «encaramos obras por 750 millones», referenció a nuestro Diario el Ministro de Economía Gonzalo Saglione.
Y como si no bastaran sinsabores, tal cual lo adelantó este Diario, el FPCyS tenía pensado ingresar un nuevo proyecto de Ley para habilitar la reforma de la Constitución. El peronismo lo enviaría directamente al archivo, por considerar que esa impronta lisa y llanamente es una provocación innecesaria, toda vez que el proyecto original del Poder Ejecutivo, debatido social y académicamente, se está tratando en las Comisiones de Diputados.
Guiso picante
Los temores por la situación social en sus comunidades y posibles desbordes, inicializaron la conversación de los 20 intendentes peronistas – sobre 27- que compartieron un guiso el pasado jueves, el día de la discordia legislativa, con el Gobernador y algunos colaboradores. Los comensales también le hicieron llegar al Gobernador sus preocupaciones por cuestiones relacionadas con obras públicas, atraso en las remesas de Obras Menores y otras menudencias «localmente generalizadas».
El Gobernador no dejó pasar la oportunidad para encomendarles que dialoguen con sus senadores, a fin de convencerlos de la importancia de contar con la herramienta legislativa que le permita – llegado el caso – obtener un nuevo endeudamiento por 500 millones de dólares para obra pública.
En torno de la reforma constitucional, los jefes municipales advirtieron que el Gobernador Lifschitz cree – al igual que la selección nacional de fútbol – que aún no está todo perdido. Les llamó la atención que el Primer Mandatario haya dejado entrever que en esta cuestión, además del peronismo y Cambiemos, advierte también cierta oposición interna.
El «huracán Carrió» enfiló hacia Corral
Ante casi un centenar de empresarios pymes de esta capital y algunas localidades vecinas, la Diputada nacional Elisa Carrió dejó en claro que no apoyará la postulación del intendente santafesino José Corral como precandidato a Gobernador (hizo una sugestiva referencia a imprecisas relaciones de Corral con el PRO). Previamente, en diálogo con los periodistas había manifestado su predilección para esa postulación por el actual embajador en Uruguay -y familiar- Mario Baletta.
Carrió les aseguró a los ávidos asistentes ser el nexo entre ellos y el mismísimo Presidente Mauricio Macri (ante quien prometió llevarlos en Setiembre próximo) y también el flamante Ministro de Producción Dante Sica, a quien ponderó. «Aprovéchenme ahora que tengo poder», repitió llamativamente un par de veces; además de fustigar duramente a la UIA nacional y su «Grupo de los 6», a quienes sindica como instigadores del «golpe de mercado» del 10 de mayo pasado.
De la misma manera que alabó a Mario Barletta, en varias ocasiones durante la charla se esmeró en potenciar a la Diputada nacional santafesina Lucila Lehmann, referente de su espacio en la Provincia y organizadora del encuentro que había comenzado en Reconquista y seguiría en Rosario y Armstrong, a quien nominó como nexo para canalizar inquietudes.
Francisco Cabrera, antecesor del actual Ministro de Producción había dejado iniciada en esta capital la Casa de la Producción, a cargo de un íntimo allegado a Miguel del Sel: el contador Ernesto Macachín, quien seguramente deberá coordinar actividades con Lehmann para no superponer esfuerzos.
Anoticiado de los dichos de su prima, Mario Barletta confió ante allegados que hoy por hoy para la Casa Rosada el referente de Cambiemos en Santa Fe es indiscutiblemente José Corral.
Mañana se verá; sobremanera si Corral no consigue para fin de año que el radicalismo santafesino se alinee de manera unívoca en Cambiemos, tal como pide, además del PRO, el propio titular del radicalismo nacional Alfredo Cornejo.
Hoy el intendente santafesino debería estar seguramente ocupado en resolver la intimación de la EPE, con fecha de vencimiento para este martes 26, para que pague los 21 millones de pesos del consumo de abril y mayo del alumbrado público. Corral a cambio le dejó a la EPE dos cheques por 9 millones de pesos en la Municipalidad para que los retire; «eso es ilegal», tronaron desde la empresa.
Todo esto ocurre mientras cobra actualidad el pronunciamiento del capitán-ingeniero Alvaro Alsogaray, siendo por entonces flamante ministro de Economía del presidente desarrollista Arturo Frondizi: «hay que pasar el invierno», a la par que anunciaba por la televisión pública un plan de «estabilización».
Analistas económicos y funcionarios coinciden en que casi 60 años más tarde de la célebre sentencia, también tendremos que pasar el pronosticado crudo invierno hasta llegar a los «brotes verdes» de la primavera- verano 2018.