En la provincia de Santa Fe, como en todo el mundo, nacen más varones pero en conjunto hay una preponderancia femenina. Se estima que hacia 2025 cada mujer tendrá menos de dos hijos, y crecerá en número la población mayor de 60 años, de 80 y más; incluso la que supera la centuria.
Mayor esperanza de vida como consecuencia de una mejora en el acceso a servicios de salud; una tasa de fecundidad decreciente; una población económicamente activa que aún supera en número a menores de edad y adultos mayores, y que constituye en la Argentina una “ventaja demográfica”, son algunos de los aspectos que surgen de los datos obtenidos en el Censo 2010 y sobre todo de las proyecciones para 2040.
Abordar el tema de población exige remitirse a cifras y porcentajes que aportan precisión a todos estos ítems. Y para ayudar a interpretarlos, El Litoral dialogó con Gustavo Peretti, profesor de Geografía Argentina, a cargo de la cátedra de Población en esa carrera de la UNL y de Demografía, en Sociología.
Las cifras
En Santa Fe, la esperanza de vida al nacer fue, durante el período 2008-2010, de 71,31 años para varones y 79,13 para las mujeres. Y las proyecciones para la provincia indican que para el período 2015-2040, ese indicador fue de 73,03 y será de 78,09 años -respectivamente- para hombres y, en el caso de las mujeres, pasará de 80,58 años a 84,82 al finalizar la cuarta década del siglo.
Los datos surgen del informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en base al Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda 2010. De allí se desprende también que si se toman los indicadores de todas las provincias se tiene que la menor esperanza de vida fue para Chaco y la mayor para Tierra del Fuego, Antártida y Atlántico Sur, tendencia que se sostendrá para 2040 y que tiene su explicación -aclara Peretti- en otro indicador: el NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) que en la fecha del último censo fue del 33 % en Chaco y del 14,5 % en Tierra del Fuego (ver Cómo se mide el NBI).
Gustavo Peretti, departamento de Geografía de la Universidad Nacional del Litoral. Foto: Flavio Raina
En crecimiento
Otro de los ítems que se analizan en esta proyección es la población anual estimada al 1° de julio de los años 2010 a 2040, fecha en que se acercará, en la provincia, a los 4 millones, siempre con una mayor proporción femenina. De acuerdo con el cuadro que integra el informe, al promediar el año 2010, la población total era de 3.257.907 (1.675.720 mujeres y 1.582.187 varones); en 2018, se calcula que llegará a los 3.481.514 (1.786.270 mujeres y 1.695.244 varones) y para 2040 la proyección es de 3.999.563 (2.039.586 mujeres y 1.959.977 varones).
En este punto es importante hacer una aclaración: de acuerdo con los datos aportados por el Indec, y en consonancia con una tendencia mundial, en la provincia nacen más varones que mujeres aunque el cálculo general concluye en una mayor población femenina. En efecto, si se toman como ejemplo algunos años se tiene que la población de mujeres en la provincia “pasa al frente” en distintas franjas etarias y se sostiene así a lo largo de toda la pirámide: en 2040 las mujeres superarán en número a los hombres en la franja de 45 a 49 años.
En este punto, Peretti recomienda considerar el índice de femeneidad (IF) para hacer más visible la participación del crecimiento de mujeres. Ese índice era de 105,9 para 2010; 105,3 para 2018 y de 104 para 2040. “Es decir, se mantiene la diferencia numérica a favor de las mujeres aunque con una leve disminución. Quizá esta disminución se puede explicar en que la brecha de años a favor de las mujeres en cuanto a la expectativa de vida tiende a reducirse aunque de manera muy leve”.
Primera infancia
Otro indicador que mide la proyección del Indec es la tasa de fecundidad por provincia en el período 2015-2040. Según este cálculo, en Santa Fe la cifra de hijos será menor a 2 por mujer en el año 2025. El detalle es el siguiente: en 2015 eran 2.05 hijos; en 2020, 2.01; en 2025 serán 1,98, hasta llegar en 2040 a 1,94 hijos por mujer.
Por otra parte, si se analiza la evolución de la población santafesina, se observa que la franja etaria de 0 a 4 años crece hasta 2017 (269.158 habitantes), bajaría en 2025 con 262.168, y seguiría en esa misma tendencia para 2040 con 252.180 personas.
La población de 5 a 9 años, en tanto, crecerá hasta 2025 cuando se espera un registro de 268.269 personas y descendería hacia 2040, con 253.797.
Volviendo a la tasa de fecundidad y en comparación con el resto del territorio nacional, la ciudad Autónoma de Buenos Aires presenta el indicador más bajo de hijos por mujer: 1.85 en 2015 con la particularidad de que para 2040 crece a 1,86. Salta, en cambio, tenía en 2015 una tasa de 2,59 y para 25 años después se proyecta en 2 hijos. “Si se mantiene esta tendencia, esta provincia alcanzará en 2040 los valores de fecundidad que tiene actualmente Santa Fe”, aporta Peretti.
Después de los 60
En el otro extremo de la pirámide se ubica el grupo de 60 años -y más- que en territorio santafesino crece a lo largo del período analizado. Así, se tiene que en la franja de 60-64 años la población pasa de 139.078 en 2010 a una proyección de 228.319 en 2040.
Sin embargo, “en la actualidad se considera adultos mayores a quienes tienen 65 años y más”, explica Peretti. En ese sentido, entre los 65 y los 79 años había, en 2010, 285.243 personas, y serán, en 2040, 446.667.
Si se analiza el grupo etario de 80 años y más, denominado de “envejecimiento extremo”, eran 97.939 en 2010 y ascenderán a 193.502 al final del período analizado. Con 100 o más años había 304 habitantes en la provincia y para 2040, se estima que llegarán a esta edad 3.844. En todos los casos, con un notable predominio femenino y siempre teniendo en cuenta que se trata de proyecciones.
En este punto, Peretti considera estas cifras en términos porcentuales: así, se tiene que los adultos mayores representan un 10 % de la población santafesina total y llegarán al 15 % en 2040.
¿Cómo se llega a los 65 años? ¿Cómo a los 80? ¿En qué condiciones de salud? ¿Con qué poder adquisitivo? ¿Está preparado el sistema previsional para hacer frente al crecimiento de la población pasiva? ¿Van a estar solos los adultos mayores a este tramo de la vida? Serán preguntas para responder en otro análisis.
Los datos que arrojó el Censo 2010 son la fuente para las proyecciones a 30 años después. Foto: Archivo El Litoral/Télam
Todavía con ventaja
La población se considera envejecida cuando los y las mayores de 65 años superan el 7 % del total, de acuerdo al criterio que aplica Naciones Unidas. En este punto, Gustavo Peretti consigna que “Santa Fe tiene una población envejecida porque ese índice es de un 10 %, situación en la que se encuentra a partir del ‘70”. Y aporta: “Cuando ese año se analizó la población por jurisdicciones se estableció que sólo dos superaban el indicador del organismo internacional, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Santa Fe”.
Son dos los factores que derivan en ese envejecimiento. Por un lado, el aumento de la esperanza de vida -directamente relacionado con el sistema de salud- que predominó en un primer momento en Santa Fe. Y el otro es la reducción de la fecundidad. En Santa Fe juegan los dos factores; “eso hace que el proceso de envejecimiento sea bastante acelerado”, advierte el docente.
A la vez, nuestro país atraviesa una “ventaja demográfica” que ocurre cuando la población adulta económicamente activa supera al resto, situación que se va a modificar en las próximas cinco o seis décadas -proyecta- y que se debería acompañar fortaleciendo el sistema previsional de manera de asegurar el sostenimiento futuro de los adultos mayores.
A nivel mundial existe una relación de 107 nacimientos de varones por cada 100 mujeres.
Cómo se mide el NBI
Las necesidades básicas insatisfechas (NBI) se miden teniendo en cuenta los siguientes indicadores:
– Vivienda inconveniente (NBI 1): es el tipo de vivienda que habitan los hogares que moran en habitaciones de inquilinato, hotel o pensión, viviendas no destinadas a fines habitacionales, viviendas precarias y otro tipo de vivienda. Se excluye a las viviendas tipo casa, departamento o rancho.
– Carencias sanitarias (NBI 2): incluye a los hogares que no poseen retrete.
– Condiciones de Hacinamiento (NBI 3): es la relación entre la cantidad total de miembros del hogar y la cantidad de habitaciones de uso exclusivo del hogar. Técnicamente se considera que existe hacinamiento crítico cuando en el hogar hay más de tres personas por cuarto.
– Inasistencia escolar (NBI 4): hogares que tienen al menos un niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asiste a la escuela.
– Capacidad de subsistencia (NBI 5): incluye a los hogares que tienen cuatro o más personas por miembro ocupado y que tienen un jefe que no ha completado el tercer grado de escolaridad primaria.
Fuente: El Litoral