Al intendente de Santa Fe José Corral líder del radicalismo nacional, jefe político de Cambiemos Santa Fe y meditativo candidato a diputado nacional le llamó la atención que el Gobernador Miguel Lifschitz haya endurecido el discurso hacia el gobierno nacional, orientando las velas hacia el mismísimo Presidente Mauricio Macri.
Tampoco cayó para nada bien en Cambiemos que Lifschitz y su par cordobés Juan Schiaretti se hayan mostrado cordialmente compinches el pasado jueves en esta capital en pos de un objetivo en común: atacar las fatales consecuencias de los excesos hídricos que pusieron en jaque la producción agropecuaria de una vasta porción de ambas Provincias, a las que con la sempiterna exageración cordobesa Schiaretti calificó de «mellizas».
Schiaretti es un Gobernador de muy buena sintonía con la Casa Rosada; pero es peronista y su jefe político José Manuel de la Sota quiere encabezar la lista de diputados nacionales este año. El agua caída del cielo en abundancia y la airadas protestas de los chacareros de ambas provincias unieron a los dos mandatarios para buscar soluciones técnicas comunes y, de paso, reclamarle a la Nación por fondos prometidos, «solo nos dieron el 10%» dijo el cordobés «como al pasar» (no sea cosa que se escuche en Balcarse 50).
En Santa Fe, de los 250 millones de pesos comprometidos por la Nación para un fondo lechero, sólo recibieron una imprecisa carta intención.
Lifschitz sorprenderá con el envío a sesiones extraordinarias de un proyecto de Ley para crear un Fondo de Inversión y Desarrollo que canalice, de movida, los 150 millones de pesos que ya tiene disponible la Provincia para los tamberos (mientras aguarda los 250 millones de Nación), pero también para apoyar a los demás sectores productivos. Curiosamente, el convite del Ministro de la Producción Luis Contigiani de «jugar fuerte» subsidiando tasas a las mutuales que decidan prestarle dinero a los tamberos afectados (hay muchísimos millones de pesos inmovilizados en la región) no tuvo eco; ¿dónde quedó la economía social solidaria?.
Paritarias y algo mas
El Gobernador santafesino se enancó en la paritaria docentes para marcarle la cancha al gobierno nacional: «el sueldo de los docentes (de Santa Fe) y las paritarias de educación tienen un apoyo nacional, está el FONIN, el Fondo Compensador, hay aportes para educación técnica, capacitación docente, para infraestructura”, descerrajó para señalar que «vienen disminuyendo y el temor es que durante el año se incremente la baja de los mismos».
Lifschitz se adelanta a la cresta de la ola por venir, recordando que el año pasado la Provincia otorgó un aumento por sobre el 30%, y que para este año no debería estar por debajo de esa cifra, habida cuenta que el IPEC marcó un 32,9% de inflación.
Cualquier cifra que ofrezca Santa Fe (que de por sí tiene uno de los mejores salarios docentes del país) estará por arriba del 18% pretendido por Nación, y provocaría un desbarajuste político fenomenal. «Lo que tiene que evaluar el Gobernador es que al no convocarse la paritaria nacional, queda a discrecionalidad del Poder Ejecutivo nacional darle el Fondo Nacional de Incentivo Docente, y sin esa dinero no podrá hacer frente a ninguna promesa que supere el 18 %», esclarece Sergio Romero de Unión Docentes Argentinos. Romero explica que «Santa Fe tiene un salario inicial de $ 12.052, de los cuales $10 mil pesos pone la Provincia y el resto Nación a través del FONID».
Razones no le faltan a Corral para estar preocupado, en política las cuestiones estallan por donde uno menos lo espera: ¿y si Lifschitz se transforma en líder nacional por el tema docente?. Su Ministra de Educación Claudia Balagué tendría una visibilidad- positiva – inesperada; y buenos candidatos no sobran por estos días.
La campaña ya comenzó
Al regreso de Villa la Angostura Mauricio Macri habilitó el inicio de la campaña electoral. La entente Cambiemos reunió el viernes en esta capital a todos los funcionarios nacionales con sede en la Provincia con dirigentes radicales (en Cambiemos) del centro norte de la Provincia junto a legisladores nacionales y provinciales. «Hay que tomar la iniciativa política y mostrarle a la ciudadanía que somos buenos gestionadores; la campaña proselitista ya comenzó», fue la consigna. El resto, argumentos formales para la prensa.
El Gobernador Lifschitz por fin entendió que José Corral ya no cuenta dentro del FPCyS; ahora son adversarios políticos y será cuestión de tiempo para que haya nuevos desenlaces. Corral, que este lunes reunirá en esta capital al Comité Nacional para, entre otras cosas, delinear la fecha de la próxima Convención Nacional de La Plata, entiende que hay una clara definición de pertenencia a Cambiemos de un «importante grupo de radicales», en principio de su espacio Universidad y M.A.R., pero razona que en los armados territoriales para las elecciones provinciales habrá de todo: radicales en Cambiemos, en el FPCyS, con listas propias, jugará con candidatos genuinos el PRO, FE «la pata peronista en Cambiemos», asegura la diputada provincial Cesira Arcando.
El Gobernador santafesino dijo que no le sacará el cuerpo a la elección nacional, pero que el armado (de la lista) será, como siempre ocurrió por otra parte, patrimonio orgánico de su Partido, junto a los radicales que deseen acompañarlo. El se dedicará a gobernar.
¿Qué hará el radicalismo aliado al PS en el FPCyS?. Todo dependerá de la decisión de José Corral de presentarse, o no, como primer candidato a diputado nacional de Cambiemos. Si lo hiciere, unifica posiciones, evita la presentación de otras listas y hasta podría absorber radicales NEO. Si permanece en la intendencia de Santa Fe, en Cambiemos habrá por lo menos cuatro listas en las PASO de agosto, según colige el Director del Banco Nación Carlos Castellani. Y difícilmente el grueso de NEO piense en cambiar de caballo.
¿Qué pasará en el FPCyS?. Hoy Antonio Bonfatti no es candidato. Los radicales NEO ya tomaron nota y consumen sabrosos asados – algunos con distinguidas figuras- en busca de estrategias. «Vamos a armar una muy buena lista para hacer una muy buena elección», tranquiliza el jefe de la bancada socialista Rubén Galassi.
El socialismo es fuerte en su aparente debilidad; no tiene que revalidar el título en octubre como Macri. El experimentado diputado provincial del PRO Norberto Nicotra insiste en que la de octubre será precisamente la elección de Macri, y que no tiene sentido, por ejemplo, que José Corral sea candidato.
La mesa chica de Corral no piensa exactamente lo mismo, aunque coincidan conceptualmente. Además de evaluar mil y una jugada en el ajedrez político de aquí a la presentación de listas, básicamente necesitan ganar las elecciones de concejales en esta capital. Se renuevan 9 bancas y el radicalismo necesitaría obtener cinco para retomar la presidencia del Concejo, hoy en manos peronistas; hecho improbable, pero confían en la dispersión peronista y futuras alianzas con viejos, y leales, amigos.
El peronismo busca candidato
Mientras tanto, el peronismo tiene un solo candidato del cual nadie se quiere hacer cargo: Agustín «Chivo» Rossi. Luis Rubeo y otros armadores le disparan como si contagiara de lepra. «Si el chivo va por adentro, nosotros vamos por afuera», profetizan en el convencimiento que el bajo techo de Rossi, que no obstante le alcanzaría para ganar una interna, condenaría al Partido al último lugar.
Como no tienen candidato a la vista dentro del espinel político, sugieren la idea de ir pensando en alguien «famoso» o «conocido», sea del ambiente que fuere. Algunos piensan en Omar Gabriel Batistuta y otros sondearon al periodista Alejandro Fantino.
Mientras tanto, el Frente Renovador de Sergio Massa, alianza que tiene como uno de sus candidatos al empresario rosarino Eduardo Romagnoli, aún sin Partido que lo contenga, en marzo próximo otro aliado, el Partido Unir dejará formalmente constituida su Junta Promotora en Santa Fe con la abogada Rosana De Giuseppe a la cabeza.
La armada política ya embarcó rumbo a octubre con escala obligada en las PASO de agosto y aprovisionamiento de soldados (listas) en junio.
A todo esto, la sociedad solo pretende que el rumbo económico encuentre la brújula; caso contrario se le tornará bravío el mar a los navegantes de la política.