Inundaciones: admitir las culpas concurrentes y evitar el aprovechamiento político Por Dario Schueri
Nadie se llame a engaño: la política no es ajena al Día Después de las inundaciones (si es que ya hubo un «Día Después» y la desgracia no continúa). Pero decimos «la política», no la «politiquería»; esto último es la deformación del maravilloso arte de gobernar para satisfacer el bien común. La «politiquería» es el aprovechamiento de las situaciones en pos del cortoplacista beneficio proselitista en un año electoral. Con la desgracia ajena no se juega. Y los santafesinos (de esta capital) lo vivimos en carne viva en el 2003 cuando el Río Salado cubrió – y no figurativamente – un tercio del Oeste de la Ciudad.
«La política» en acción de gobierno, o sea los gobernantes, deberán admitir sus culpas concurrentes con lo ocurrido en la zona Oeste de la Provincia entre abril del año pasado y Enero de este año y hacerse cargo de las mismas.
La Nación porque, más allá de la poco o mucha plata que envió a Santa Fe por los sucesos de abril del 2015, hizo oídos sordos a las propuestas llevadas por el propio Gobernador Lifschitz al Ministro de Agroindustria Buryaile para, por ejemplo, levantar «patios de comidas» para los tambos, una experiencia probada en otras partes del mundo (como Nueva Zelanda) con 80 unidades piloto a un costo de 100 millones de dólares. Amén de otras ayudas extraordinarias que quedaron en veremos.
Y la Provincia, porque después de 9 años de gestión del FPCyS no cuenta con un plan hidráulico rector que ya cobró su primera víctima política: el Secretario de Recursos Hídricos Ing. Roberto Porta (un radical del sector Universidad). Tampoco es ajeno a lo ocurrido Antonio Ciancio, anterior Ministro de Aguas de Binner y Bonfatti; y al actual titular de la nueva cartera de Infraestructura José Garivay lo agarró el agua antes de que pudiera reaccionar.
Será, como en el tema seguridad, el propio Gobernador Miguel Lifschitz el que se pondrá sobre el hombro el diagrama hidráulico provincial; pero le pedirá a la Nación que convoque a las Provincias limítrofes para elaborar junto a la Subsecretaría de Recursos Hídricos un plan integral en la material. En estos momentos, campos de la zona de Gato Colorado (Departamento 9 de Julio) están inundados por el agua proveniente del Chaco; y hace poco tiempo distritos como Villa Minetti, sin que caiga una gota de lluvia, recibían agua de Santiago del Estero. Ni hablar de la cuenca La Picasa en General López, que recibe agua de Córdoba y Buenos Aires.
La sociedad Rural de Rosario acaba de solicitar un «Plan Nacional e Interprovincial Hidráulico de cauces de aguas, que prevean la mayor certidumbre y menor daño, y que por el contrario sean beneficioso en sus corrientes y desembocaduras y poner la atención en la transitabilidad de caminos».
Por los anegamientos en los Departamentos Castellanos y Norte de San Martín, el Gobernador Lifschitz y pidió “un análisis integral” del problema junto a Córdoba, que “tira el agua” hacia Santa Fe, dijo.
El Presidente Mauricio Macri anunció que declarará la emergencia agropecuaria y prometió ayuda, sin precisar montos ni modalidades. «Yo no tengo plata», le dijo el Ministro Buryaile al Gobernador Lifschitz antes de ayer en Casa de Gobierno en esta capital, cuando el Primer Mandatario santafesino le esbozó un proyecto de fideicomiso por varios millones de dólares que está urdiendo para asistir inmediatamente al sector tambero. «Hay que poner a producir los tambos lo antes posible», arengó el Ministro de la Producción Luis Contigiani.
El gobernador convocó bienintencionadamente a lo que después se transformó en una anárquica reunión en el Salón Blanco de Casa de Gobierno donde todo el mundo (dirigentes agropecuarios y productores afectados) hizo catarsis, descargaron la bronca, hicieron política, pero no quedó mucho en claro. También se hicieron presentes legisladores nacionales de Cambiemos.
De todos modos, el Ingeniero Jorge Nioi, miembro de la Sociedad Rural de Santa Clara de Nueva Vista hizo notar que «fue una reunión muy positiva, creo que se inaugura un tiempo nuevo de hacer política; hoy no se pueden transferir conflictos de intereses, hay que ponerse al hombro lo que a cada uno le corresponde», graficó.
Sobre el mediodía del mismo día martes el Gobernador se había reunido con Carsfé donde, de manera más ordenada, se pasó revista a lo ocurrido y las soluciones inmediatas y a mediano y largo plazo.
El Ing. Guillermo Cullen, delegado de la SRA manifestó su malestar porque, a pesar de que pidió participar, no fue invitado a ese cónclave.
El Gobernador convocó para la semana que viene a especialistas en climatología y agronomía, para conocer lo que depara el futuro de las condiciones atmosféricas, y poner en debate el modelo productivo actual y su posible implicancia en lo que está ocurriendo.
El INTA Rafaela se adelantó y convocó a ingenieros del departamento Castellanos para analizar el impacto de la lluvia pero además elaborar propuestas para mitigar sus consecuencias, como por ejemplo buscar alternativas para recuperar la cadena forrajera, o qué se hace con el maíz que se está «muriendo» en los campos, pero que pueden tener un destino y un uso.
Los técnicos del organismo nacional advierten que a diferencia de la inundación de abril del año pasado, hoy los tambos no tienen reservas y los productores tampoco tienen plata para hacer frente a la situación.
La naturaleza habló. Ahora lo toca a los gobernantes responder.