Lifschitz se prepara para gobernar en un mundo globalizado Por Dario Schueri
Resulta altamente perturbador relatar lo que sucede con la política doméstica después de haber sido espiritualmente lacerado una y mil veces con la desgarradora estampa del niñito sirio Aylán durmiendo “como un angelito” (que ya lo es) en las costas de Bodrum, Turquía, el sueño eterno de una injusticia que no empezó con este naufragio, ni esta criatura (de hecho en las mismas circunstancias esa noche murió ahogado en otra barcaza un bebé de meses) pero que necesitaba de una postal impactante para ¿despertar?, las adormecidas conciencias de un mundo que vive otras prioridades.
Una mirada más fría, desapasionada, cercana y metafórica nos llevaría a pensar que hoy en cualquier villa de Argentina, hay decenas de criaturas prácticamente condenadas, en el mejor de los casos a un futuro incierto que podría llegar a ser próspero, cuando no a la muerte segura a manos del delito o el mercadeo de las drogas.
Sin ir muy lejos, la pesificación asimétrica de Eduardo Duhalde en enero del 2002 sumergió a millones de argentinos en la pobreza, y a otros los expulsó definitivamente “del sistema” hacia los confines de la marginalidad. A tres lustros, aún se pagan las consecuencias. De allí la precisión quirúrgica y buena calibración entre corto y mediano plazo que deberán tener quienes asuman la conducción del país el venidero 10 de diciembre, a la hora de tomar las medidas centrales de fondo (el remedio amargo), porque lo que para algunos son solo efectos colaterales, suelen quedar al límite de la tolerancia social, dejando huellas para siempre en la estructura social del país y, por tanto, afectando la viabilidad política de mediano plazo de esas decisiones (o de quienes las toman).
El economista local y funcionario provincial Pablo Olivares cautivó a la amplia concurrencia que colmó el auditorio del Comité Radical el miércoles por la noche con el estado económico-financiero de la Provincia de Santa Fe, que aparentemente dista mucho de ser el desastre que pinta la oposición, pero que necesita de un delicado manejo de sus flujos mientras se desarrolla el proceso económico nacional por parte de quienes vendrán.
La impronta de Lifschitz.
Comenzó la ronda bilateral de conversaciones entre socialistas y radicales, y en el primer visteo prácticamente se confirmó lo que un par de semanas atrás anticipábamos en esta columna: Lifschitz quiere potenciar las obras y los servicios públicos, creando un Ministerio de Infraestructura que absorba las funciones del actual Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente (contendría Vialidad, Hidráulica, Transporte); jerarquizar quizás la actual Secretaría de Estado de Energía adosándole la EPE y la futura empresa de Gas; darle rango de Secretaría de Estado a Medio Ambiente (hoy dependel Ministerio de Aguas); asumir plenamente el desafío de la seguridad (que necesariamente tendrá que estar cruzado con otras áreas como Desarrollo Social, hábitat, Educación, si se quiere abordar la problemática de manera integral y no solamente policíaca) y, si bien no se trató en el cónclave, darle otra impronta al Ministerio de la Producción.
Además, Lifschitz quiere achicar “los ravioles” (organigramas internos) en los futuros ministerios para hacerlos más ágiles, y allí podría saltar los primeros chispazos internos en el socialismo, pues Bonfatti les aseguró a las líneas intermedias que seguirán en sus cargos.
Radicales y socialistas sentaron en torno de la mesa de negociación sus principales espadas. Por el “socialismo gobernante” participaron del cónclave los mismos – con excepción de Rubén Galassi – que definieron la lista de diputados provinciales: el neutral Eduardo Di Pollina y el “bonfattista” Joaquín Blanco (Jr). Lifschitz llegó acompañado por José Garivay, su hombre de confianza, pero quien difícilmente sea el Ministro de Gobierno.
El radicalismo aportó los líderes de sus tres líneas internas: Michlig-Pullaro por el flamante NEO; Mascheroni-Galdeano representando al M.A.R y Barletta – Corral por Universidad. Se sumó también por única vez el Vicegobernador electo Carlos Fascendini.
A partir de la próxima tertulia, el radicalismo llevará solo tres interlocutores para estar en igualdad de condiciones con el socialismo que seguirá sentando a la mesa a los mismos que inauguraron las negociaciones.
La reunión duró una hora. Suficiente para los radicales que necesitaban conocer las líneas bisectrices de la futura gestión frentista. Fue de amplia y coincidente cordialidad. Hasta que Lifschitz les diga qué casilleros se reserva para sí y cuáles deberán completar sus socios.
De todos modos, quedó flotando en el medio ambiente que el Gobernador conservará Hacienda y Gobierno, le agregará Producción, Infraestructura, Educación (con Claudia Balagué) y Salud; mientras que el radicalismo tendrá que repartir entre sus tres sectores: Desarrollo Social (lo van a pedir expresamente), Seguridad, Energía, Obras Públicas, Justicia, Trabajo y Cultura. Se Medio Ambiente tendrá rango de Secretaría de Estado lo más probable es que siga en manos de un socialista.
En la próxima reunión seguirán ahondando en las prioridades concretas de Miguel Lifschitz para la gestión (para ir redondeando nombres), el rol de los Partidos de la coalición gobernante en el futuro gobierno, la constitución de una mesa política permanente con autoridades de los bloques legislativos, los ministros que Lifschitz designe y los intendentes de Rosario y Santa Fe. Y por supuesto el tratamiento del vital presupuesto 2016 con el que Lifschitz comenzará a gobernar, y que curiosamente lo tendrá como artífice sentado en la banca de Senador.
Radicales atentos
De todos modos, los significativos silencios del imperturbable Gobernador electo cosquillean los inquietos espíritus radicales, que se pertrechan para formar parte de la “gestión más frentista” solidificando sus líneas internas. Como por ejemplo el ex Grupo Interior (desprendimiento de Escarapela) más alineado con el socialismo gobernante, que alumbró a NEO (Nuevo espacio Organizado) copando literalmente el Comité Provincia en su presentación formal.
NEO Intenta impresionar a propios y extraños vendiendo la presencia de 3 senadores, 5 diputados, 17 intendentes, 56 presidentes comunales y más de 50 concejales; además de los dos vicegobernadores, el actual (Jorge Henn) y el electo (Carlos Fascendini). “Venimos a disputar poder”, insisten, y así lo hizo saber Fascendini cuando les dio la bienvenida a los presentes: “no vamos a ser meros espectadores (del gobierno que viene) sino actores principales en la discusión y ejecución de las políticas de gobierno”. Teléfono para Lifschitz.
El ascendente diputado rosarino Maximiliano Pullaro (quien tuvo que salir a desmentir coyunturalmente que fuera el futuro Ministro de Seguridad de Lifschitz) fue aclamado como presidente de NEO. Fascendini marcó territorio diferenciándose de los otros dos sectores: “somos un espacio horizontal democrático, sin líderes que predominen ni absorban las discusiones”.
Otra formación radical, el M.A.R (Movimiento de Afirmación Radical) con la vertiente rosarina liderada por el diputado provincial Julián Galdeano está trabajando junto a la Intendente de Rosario Mónica Fein, la concejala radical María Eugenia Schmuck (ligada al intendente de Santa Fe José Corral, líder del Grupo Universidad) y el diputado Nacional Pablo Javkin en la constitución de su futuro gabinete. Javkin ya forma parte en la nueva cuadrícula de poder municipal rosarino.
La industria quiere seguir abriendo las persianas de sus fábricas
El Gobernador Bonfatti participó de la última conmemoración del Día de la Industria en la sede de la UISF, cuyo presidente Alejandro Taborda significó de manera meridiana los desafíos del sector, sus actuales amenazas, logros institucionales de la entidad que deja de presidir el año que viene, pero sobremanera la imperiosa necesidad gremial de estar en la trinchera con reclamos, pero también iniciativas frente a los nuevos gobiernos que asumirán el 10 de Diciembre: el de Miguel Lifschitz en la Provincia, y el aún desconocido a nivel nacional. Taborda resumió en una desafiante frase del Gral San Martín: “para los hombres de coraje se han hecho las empresas”.
Cuando el candidato a Presidente Daniel Scioli visitó el Parque Industrial de Sauce Viejo junto a Omar Perotti hace un mes atrás, lo acompañaron el titular del solar industrial Amadeo Formisano junto al joven empresario Gonzalo Bertone, quienes le hicieron notar que del año 2003 a la fecha el Parque creció exponencialmente en el número de empresas (de 5 a 65) albergando además – lo que inspiró el posterior discurso de Scioli – al Instituto de Capacitación y Formación Laboral.
Macri en un acto PRO pidió “apostar al futuro” no al pasado.
Mauricio Macri pasó raudamente por Santa Fe en su gira electoral por la zona centro de la Provincia, protagonizando un prolijo acto en el que predicó ante unas 400 personas, ordenadamente dispuestas a dejarse cautivar con un estudiado y motivador discurso con absorbente sabor a marketing multinivel. Durante el día el candidato a Presidente del PRO junto a Miguel del Sel y Carlos Reutemann (quien no lo acompañó en esta capital) visitaron Rafaela y Esperanza, dos cabeceras de sendos Departamentos (Castellanos y Las Colonias) en los cuales Cambiemos salió victorioso el pasado 9 de agosto.
El jefe de campaña Marcos Peña señaló que previo a la visita a la Provincia de Santa Fe, Macri estuvo en Chaco y Entre Ríos y desde aquí partió rumbo a Neuquén y Río Negro. “Después de las PASO, estuvimos estudiando los resultados, ajustando la organización, afinando las propuestas, coordinando y fortaleciendo Cambiemos para definir estas siete semanas hacia la elección de octubre, partiendo de la base que el 38% que sacó el Frente para la Victoria representa la casi totalidad de los que quieren que continúen en el poder”, se entusiasmó.
La coalición gobernante se prepara para los desafíos de un mundo injustamente globalizado.