La ansiedad es un término muy empleado en psicología y que actualmente se habla mucho de ella. La misma se define comouna respuesta normal que se produce cuando una persona percibe una posible amenaza. Su función es protegernos de dicha amenaza.

 

Desde hace tiempo se sabe que la ansiedad implica al menos tres componentes, modos o sistemas de respuesta: uno subjetivo o cognitivo, otro fisiológico o somático y el motor o conductual.

 

El componente subjetivo-cognitivo, también denominado verbal-cognitivo es el componente de la ansiedad relacionado con la propia experiencia interna. Incluye un amplio espectro de variables relacionadas con la percepción y evaluación subjetiva de los estímulos. Es la manera en que el individuo interpreta una situación. El componente fisiológico-somático de la ansiedad se relaciona con un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, con incrementos de la tasa cardíaca, respiratoria, sudoración y tono muscular. Por último, el componente motor-conductual corresponde a la respuesta motora habitual que, en generalcomprende conductas instrumentales de escape, evitación o de lucha.

 

Ahora bien, ¿qué es lo que diferencia a la ansiedad normal de la ansiedad “patológica”?

 

Si la situación temida que imaginas consiste en tener que cruzar un río por medio de un puente colgante, muy precario, que no tiene barandas y que es angosto, la respuesta de ansiedad parece perfectamente normal. Si lo intentas, puede que tus piernas se paralicen, que no puedas avanzar o que te marees. Estos síntomas te obligan a alejarte de inmediato de una situación potencialmente peligrosa.Pero esa misma reacción puede aparecer al ver un inofensivo perro o al imaginar que le pides un ascenso a tu jefe. La respuesta en todas estas situaciones es la misma: evalúas la situación (pedir un ascenso, caminar por el puente, etc.) y la interpretas como amenazante; es decir, consideras que algo muy malo puede pasarte si sigues adelante. Esta interpretación puede ser realista o no. Cuando no es realista, sino exagerada y te impide conseguir cosas que deseas y que son positivas para ti, entonces estamos ante la presencia de un trastorno de ansiedad.

 

Así pues, en los trastornos de ansiedad no existe un peligro real, sino una interpretación exagerada o errónea de una situación determinada y del peligro que plantea. Por tanto, la respuesta de ansiedad es inapropiada y, en vez de protegerte de un peligro real, te impide actuar de un modo eficaz.

 

Por ultimo quiero destacar lo siguiente: nuestro pensamiento dirige nuestra conducta e influye en lo que sentimos. Algunos de los principales errores de pensamiento que suelen cometer las personas son:

 

1) conclusiones precipitadas, es decir, llegar a una conclusión sin tener datos suficientes que demuestran que esa conclusión es cierta.

 

2) Maximizar: exagerar la importancia de un acontecimiento negativo, considerándolo una terrible tragedia o catástrofe.

 

3) Minimizar: restarle importancia a los eventos positivos que surjan o no tenerlos en cuenta.

 

4) Personalización: verse a uno mismo como la causa de cualquier cosa. Por ejemplo, pensar que si alguien bosteza es porque tú le aburres.

 

5) Generalización excesiva: implica suponer que lo que sucede una o dos veces va a suceder siempre. Por ejemplo, sacar malas notas en un examen y pensar que jamás podrás hacerlo bien.

 

6) “Leer la mente”:suponer que conoces las intenciones y pensamientos de los demás. Por ejemplo, puedes concluir que alguien ha hecho algo para perjudicarte, cuando en realidad no tiene nada que ver contigo.

 

7) Pensamiento dicotómico: “todo o nada” es decir, o es “blanco o es negro”: o saco las mejores notas o soy un fracaso.

 

De esta manera, se observa como si se cometen errores al pensar, tienes más probabilidades tanto de sentirte mal como de equivocarte en tus decisiones o actuar de un modo que te perjudica a ti o a los demás.