Ya cercanos a celebrar la Pascua, momento de renovación profunda de nuestra vida personal y comunitaria, teniendo en cuenta diversas situaciones, tales como el regreso de algunos sacerdotes a la diócesis, la creación de una nueva parroquia en la zona sur de Reconquista, la progresiva ordenación de los candidatos al diaconado permanente, la llegada de dos seminaristas que en un futuro no lejano serán ordenados diáconos y después sacerdotes, la necesidad de revitalizar ciertas áreas, como por ejemplo, la Pastoral Vocacional y la Pastoral Social Orgánica, entre otras, y después de haber conversado extensamente con los sacerdotes e invocado las luces del Espíritu Santo, en pleno uso de mis facultades episcopales he decidido los siguientes nombramientos:
Pbro. Silvio Orlando Fabbro, Párroco de la Parroquia Ntra. Sra. de la Merced de Avellaneda y Asesor de la Pastoral Vocacional Diocesana. Continuará como asesor de la Renovación Carismática.
Pbro. Lic. Jorge Duarte Paz, Párroco de la Parroquia San Roque de Reconquista, Asesor de la Pastoral Familiar Diocesana y Asesor de la Pastoral Universitaria.
Pbro. Lic. Rolando Danilo González, Párroco de la Parroquia San Juan Bautista de Vera. Seguirá al frente del Instituto de Formación Juan Pablo II.
Pbro. Lic. Walter Guido Vénica, Párroco de la Parroquia San Luis Gonzaga de Calchaquí y Director Diocesano de Catequesis.
Pbro. Carlos Isidoro Silvestri, Párroco de la Parroquia Santa Catalina de Alejandría de Alejandra.
Pbro. Javier Ubaldo Pividori, Párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Villa Guillermina, Asesor del Movimiento de Mensaje y de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz.
Pbro. Lic. Eduardo Fabián Ramos, Párroco de la Parroquia La Encarnación de La Sarita y Animador de la Vida Espiritual Diocesana. El P. Fabián Ramos seguirá colaborando en la atención espiritual de la Catedral de Reconquista.
Pbro. Rubén Darío Pagura, primer Párroco de la Nueva Parroquia a erigirse en la zona sur de la ciudad de Reconquista.
Pbro. Sebastián Splawinski, Vicario Parroquial de la Parroquia San Juan Bautista de Vera y Asesor de la Pastoral Carcelaria Diocesana.
Pbro. Roberto Carlos Pérez, Vicario Parroquial de la Parroquia San Roque, Delegado Episcopal del Equipo de Liturgia y Asesor del Equipo Diocesano para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso.
Pbro. Efrén Mario Agretti, Vicario Parroquial de la Parroquia María Madre de Dios. Seguirá en su oficio de Ecónomo Diocesano y continuará residiendo en el Obispado.
Pbro. Néstor René Vera, Vicario Parroquial de la Parroquia Ntra. Sra. de la Merced de Avellaneda y Delegado Episcopal para la Pastoral de las Adicciones.
Pbro. Lic. Rubén Abel Taibo, se ausentará de la diócesis y pasará a residir en Roma, por el tiempo que sea necesario, para completar sus estudios en Teología Dogmática.
Pbro. Armando Domingo Faccioli, Colaborador para la Vicaría María Goretti de Arroyo Ceibal, perteneciente a la Parroquia Inmaculada Concepción de Villa Ocampo.
Seminarista Germán Ariel Acevedo, será destinado a la Parroquia Inmaculada Concepción de Villa Ocampo. Además, será Asesor de la Pastoral Bíblica Diocesana.
Seminarista Luciano Sebastián Molina, será destinado a la Parroquia María Madre. Será también Asesor del Movimiento Diocesano de Mallín y Miembro del Equipo de la Pastoral Vocacional.
El destino de los futuros diáconos permanentes se dará a conocer el día de su ordenación diaconal. Algunas asesorías vacantes serán cubiertas y anunciadas en los próximos meses.
La toma de posesión de los nuevos párrocos y vicarios se dará en las semanas siguientes a la Pascua, de un modo progresivo, de acuerdo a las posibilidades de las comunidades y de los mismos sacerdotes y seminaristas.
Agradezco a todos los sacerdotes por su apertura al diálogo y al discernimiento de estos nombramientos y su disponibilidad para aceptar el mandato de la Iglesia, expresión de su comunión y corresponsabilidad con el Obispo Diocesano.
Por último, invito a todos los fieles cristianos a vivir con auténtico espíritu pascual este momento de renovación de nuestras comunidades parroquiales y nuestras estructuras diocesanas y a asumir una actitud de despojo y desprendimiento, en vistas a una mejor distribución de la atención sacerdotal de la diócesis. Asimismo, exhorto de un modo especial a los religiosos y religiosas a aportar alegremente su carisma en las comunidades parroquiales y en los diferentes organismos diocesanos, y muy especialmente a los laicos a asumir el rol que les cabe en la colaboración con el trabajo pastoral de los sacerdotes y los diáconos y en su misión específica de transformar el mundo de acuerdo a los valores del Reino de Dios.