Ocurrió a la altura de la ciudad de San Javier y tuvo como protagonistas a dos puesteros. Uno fue hallado sin vida y su compañero con un grave cuadro de hipotermia.

 

Un extraño y lamentable incidente se produjo esta semana en una zona de islas cercana a la ciudad de San Javier, cabecera del departamento del mismo nombre.

 

Todo ocurrió en tierras de un conocido establecimiento ganadero. Su propietario fue a recorrer el lugar en horas de la siesta del pasado lunes 4 de este mes y al llegar al puesto, encontró embarcaciones vacías, pero ningún rastro de los dos trabajadores que cuidaban el lugar.

 

Sospechó que algo raro pasaba e inmediatamente, por teléfono, solicitó a su esposa que pidiera ayuda a la policía para buscar a los puesteros.

 

Esa misma tarde, una partida de uniformados halló a uno de los hombres. Se trata de José Manuel Brissio, de 53 años. Estaba en una zona de bañados, acostado, boca abajo, con los brazos semiflexionados, un punto ubicado al este del puesto.

 

Su cuadro de salud era de gravedad, fundamentalmente por hipotermia. Por tal motivo, fue trasladado de urgencia a un centro de salud sanjavierino. Luego, en estado crítico, fue derivado hasta el Hospital José María Cullen de nuestra ciudad.

 

Mientras tanto, los rastrillajes continuaron hasta el miércoles 6, a las 16.30, cuando el cadáver de Jesús Melgarejo, de 18 años, fue encontrado en el Cañadón de Loza (unos 20 km al noreste de San Javier).

 

El cuerpo presentaba avanzado estado de descomposición y carecía de algunas de sus partes, aparentemente por la acción de algunos animales de la zona.

 

El médico policial no logró determinar las causas del fallecimiento, por lo que aconsejó la realización de la autopsia, peritaje que más tarde fue ordenado por el Juzgado de Instrucción de la 1a nominación de nuestra ciudad, a cargo del caso.

 

El Litoral