Misterio y un raro sentimiento de fascinación es lo que ronda en torno a una imagen, no creada intencionalmente, por los muralistas y aparecida en la obra que estudiantes de arte pintaron este sábado en la Ruta 11, en homenaje a las víctimas de “la tragedia de Villa Ocampo”.

 

Hasta ese momento, ni siquiera ellos se dieron cuenta de que se estaba plasmando ese rostro de perfil, como lo muestran las fotografías. Según lo manifestado por los mismos artistas, jóvenes estudiantes de arte, ellos no planificaron esa forma, simplemente, luego de las primeras pinceladas de Darío Sosa, y a medida que la pintura se secaba, apareció.En dialogo con Radio Municipal el autor de la obra manifestó su profunda sorpresa por lo que paso por la obra, pero aseguro que desde su lugar de creyente cree que Diós necesito catorce angeles y los llevo a ellos».

 

Hay muchas especulaciones sobre lo que representaría el rostro. De hecho, este medio mantuvo comunicación con una de las jóvenes que participó del trabajo, Yamila Brandolín, de Villa Ana, y contó que en uno de las oportunidades en que se alejaron del mural para apreciar mejor lo hecho, una de las chicas dijo: “parece una cara”.

 

Aclaró también que nunca fue la intención generar dicha imagen.

 

“Primero le dimos una mano de color celeste y arriba un color más claro, para hacer las nubes”, relató, “pero como Diego estaba en la escalera, íbamos cada tanto a la banquina contraria a mirar cómo iba quedando y ahí notamos la cara”. Yamila agregó que fue Rafael Vieira, quien perdió a su esposa e hija en el siniestro, el que propuso dejar la pintura como estaba, ya que los muralistas debían darle la “segunda mano” al trabajo para finalizarlo. Además, él mismo fue el quien solicitó la creación del mural que será inaugurado el próximo 26 de septiembre, a tres años de la tragedia.