Lidia Ojeda se recupera lentamente de las heridas lacerantes que recibió luego de que su concubino la rociara con combustible y la prendiera fuego. “Venía y rompía todo” cuando quería, sollozó la mujer, que protestó porque “nunca fue detenido”.
Como se informara, el hecho que se configura en un nuevo capítulo de violencia de género, se produjo en la zona norte de Vera. Roque Chandá, de 35, más allá de que pesara sobre él una medida judicial de restricción de acercarse a su hogar y a su pareja, accedió a la vivienda, agredió a Ojeda y posteriormente le incendió el cuerpo con claras intenciones de matarla.
Ayer, el periodista Jorge del Barco, de NVN, pudo hablar con la víctima y fotografiar las zonas del cuerpo afectadas por el fuego. En la conversación off de record, la mujer se mostró muy enojada con la actuación policial porque siente que “jamás me protegieron” y denunció que el marido se burlaba y ostentaba impunidad cuando le decía “nunca me vas a ver tras las rejas’”.
Ojeda manifestó además que por más exclusión que haya tenido, Chandá “venía, rompía todo, entraba y jamás fue detenido”.
Por el ataque, presenta quemaduras en el rostro, pecho y la zona lateral del torso.