Consultoras señalaron que «las lluvias fueron escasas durante el trimestre frío y aún no se presentan señales de cambio».
Un informe de la consultora CCA difundido por Granar señaló que «la masa de aire polar que cubre gran parte del país limita las posibilidades de una transición húmeda hacia el mes de septiembre. Considerando que el ambiente invernal quedará instalado al menos hasta el martes, no es probable que se produzcan cambios favorables como para que el patrón deficitario instalado en el mes de agosto se modifique.
La mirada ya hay que ponerla una vez pasada la primera semana de septiembre, dado que la inercia del proceso que arrastraremos desde el trimestre frío será destacada. Recién transcurrido esta primera parte del mes próximo se visualizará cual es el campo de humedad que presenta la atmósfera y se perfilará el regreso de las precipitaciones. Esta evaluación es concreta y es poco probable que se salga demasiado de eje. Por lo pronto solo el centro norte de la Mesopotamia y marginalmente el este de Entre Ríos y el este del NEA podrían recibir algunas precipitaciones menores».
«Es notable la diferencia en el comportamiento pluvial que se observa entre los dos últimos inviernos. Esto se aprecia con facilidad en los mapas de anomalías. Al analizar este último trimestre frío debemos considerar que el mes de julio tuvo una muy buena performance pluvial en el sur y en el este de la región pampeana, lo cual viene sirviendo de soporte hídrico para el desarrollo de los cultivos. Junio y Agosto deficitarios han comprometido esa provisión de agua, pero aún las exigencias no llegan a niveles extremos. El contexto de en el que se ingresa al mes de septiembre indica una demanda de agua en aumento, algo antagónico de lo que sucedía el año pasado», dijo la consultora.
Y destacó que «el invierno de 2012 también presentó un bimestre seco, pero durante el mes de agosto las lluvias tuvieron un desvío positivo extremo, en gran parte de la región pampeana con valores records en mediciones oficiales. Para entonces el ingreso al mes de septiembre encontraba a gran parte de la provincia de Buenos Aires con distinto grado de inundaciones, las cuales también afectarían luego al sudeste de Córdoba y al sur de Santa Fe. Luego vino una pausa que permitió organizar las siembras, para regresar al escenario complicado que propusieron los excesos hídricos de noviembre y diciembre».
«Los escenarios de salida de los respectivos trimestres fríos son muy disímiles, alejados ambos de las posiciones normales. A pesar de la demanda de agua que seguramente inquieta a algunos sectores, podemos consensuar que la situación actual es más manejable que la del año pasado», siguió el informe.
En tanot, aseguró que «es probable que los cultivos de la fina con menor oferta de agua aún encuentren en niveles profundos la humedad necesaria para sostener su desarrollo vegetativo. No obstante la barrera está puesta pasando la primera quincena de septiembre. Por entonces la demanda de las sementeras de la zona núcleo ingresará en niveles impostergables y un patrón seco implicaría consecuencias negativas en los rindes. También los productores que están con intenciones de realizarlas siembras tempranas de maíz necesitan esta mejora en la oferta de agua, con más énfasis en zonas mediterráneas».
«Es claro que el cambio de tendencia en el patrón pluvial de lluvias promediando septiembre, dará los primeros indicios de proyección de campaña 13/14, tanto para la fina que se acerca a la floración como para el maíz que comienza a sembrarse. Como punto a favor podemos argumentar que es más probable acercarse a un estado normal de humedad para principios o mediados de octubre partiendo de la situación actual, que considerando el panorama que se presentaba en el cierre del invierno pasado», dijo.
Asimismo, CCA advirtió que «la transición estacional siempre impone variabilidad en el regreso de las precipitaciones, pero normalmente converge en una mejora importante en la oferta de agua. Hoy no aparecen indicios que proyecten la falta de agua que mostro agosto a toda la extensión del mes de septiembre. Como dijimos, puede esperarse una primera semana seca, pero es razonable esperar que el patrón comience a mostrar cambios favorables entre la segunda y la tercera semana del mes».
«Considerando que la actual irrupción de aire polar es apenas la segunda del invierno, es poco probable que las mismas reaparezcan en septiembre. Este tipo de circulación ya comienza a perder eficiencia en el próximo mes, lo cual no quiere decir que no puedan haber enfriamientos, sin embargo disminuye la probabilidad de que el aire polar alcance el norte del país. Consecuentemente son las masas de aire de origen tropical las que empiezan a ganar territorio hacia el sur y con el cambio de circulación es razonable esperar la mejora del patrón pluvial. Hoy no hay indicadores que atenten contra este funcionamiento esperado. Para mediados de septiembre esta dinámica ya quedará más clara y podremos vislumbrar el paso pluvial de la primavera», finalizó.