Una Licenciada en Criminalística y una Psicóloga realizaron un informe exclusivo para este portal donde se muestra el perfil criminal del asesino de Vanesa Zabala. Aseguran que fue una sola persona o un máximo de dos y descartan el móvil del robo.

La Licenciada en Psicología Lucrecia Cripovich (Mat. 985) y la Licenciada en Criminalística María Betsabé Vivas Ocampo realizaron un «perfil» del posible asesino de Vanesa Zabala en exclusiva para www.reconquista.com.ar y el trabajo contradice la investigación de los policías.

La realización de un perfil criminal sirve para orientar la investigación de los uniformados, algo que no es común en los policías locales.

Perfil del posible asesino

Características físicas:

Se supone ser un «hombre», descartando que fuera mujer ya que la persona que realizó los golpes y demás acciones violentas en Vanesa, debería ser de mayor tamaño o fuerza superior a la víctima, y dado que la misma biológicamente corresponde al sexo masculino.

Características Psicológicas:

Data de una personalidad perversa: ya que el acto último de empalar a su víctima, nos hace descartar de que no fuera un simple hecho delictivo de hurto o crimen pasional. Dando lugar a una mentalidad morbosa, que carece de compasión por el sufrimiento ajeno, son incapaces de experimentar auténticos sentimientos de tristeza, duelo, anhelo y reacciones depresivas.

Características del hecho en sí:

Tenemos que pensar que los autores del hecho, pudiesen ser, una sola persona corporalmente superior a la víctima o máximo dos individuos, ya que un número superior de autores captarían la atención de quienes circulaban y de sus propias compañeras de oficio.

Debería ser un sujeto, que ya tuviese antecedentes correspondientes en algún homicidio. Ya que por el lugar en que se encontraba, el modus operandis y el tiempo que se ejecutó el último acto (el de empalar a la víctima), nos habla que no presentaba miedos, nervios, que sabía como hacerlo y lo que hacía, sabía como empalar a su víctima, ya que lo realizó rápido y efectivo, y que a pesar que corría riesgos de que lo pudiesen ver o descubrir, no le impidió, tomarse el tiempo necesario.

Descartamos que fuera un crimen pasional, porque el ensañamiento morboso de empalar a su víctima, nos relata, que el asesino, quería dejar alguna señal en su víctima, que no era un simple hecho de bronca o celos, ya que el asesino se habría satisfecho con el mero acto de golpearlo y matarlo, otra hipótesis sería que si el sujeto lo hiciera en reacción de un acto pasional (por ende amaba de alguna forma a su víctima), se hubiera compadecido de esta, y no existiría el ensañamiento en su cuerpo de este modo. Los crímenes pasionales, están más orientados al uso de armas blancas, armas de fuego, golpes, violaciones, etc.

También descartamos que fuera por un sumple Hurto, ya que no hubo desaparición de objetos personales, dado que se encontró su cartera y pertenencias en perfecto estado, y que el empalamiento no es parte de un accionar de robo.

 

Creemos también, que por su modus operandis, por no dejar rastros materiales de uso y demás evidencia en el lugar del hecho, así como el accionar tan preciso, rápido y efectivo en el escaso tiempo que fue llevado a cabo, el asesino sabía lo que hacía y fue dispuesto a realizarlo. Esto nos da la pauta de la premeditación del homicidio por parte de su autor.