Hasta la mañana de hoy no había novedades respecto del Ernesto Adrián Aquino, de 23 años, que se fugara esposado de la comisión de agentes de la Policía Federal que fuera a detenerlo a su casa de Vera.
La PFA no puede dar aún con el prófugo, aunque a esta altura nadie piensa que pueda estar el monte hacia donde salió corriendo el martes a la tarde la huir de los federales.
La Federal lo busca por trata de personas, un delito que habría cometido en perjuicio de su ahora expareja a la que entregó en un cabaret de Córdoba para que ejerza la prostitución de manera esclava. La había llevado hasta allá engañada con la posibilidad de un trabajo de empleada doméstica.
Aquino afronta graves cargos además del central por privación ilegítima de la libertad y amenazas. La víctima fue dada de baja por los regenteadores del burdel cordobés porque no se sometía a las condiciones de encierro y vejación propias del lugar, según trascendió.
Como no estaban contentos con su conducta, los perversos proxenetas reclamaron a Aquino que la cambiara por otra mujer y la enviaron de regreso a Vera en un colectivo de línea. La mujer, de corta edad, bajó antes de la parada prevista donde la esperaría su marido y alcanzó a denunciar la aberración sufrida en una sede policial.
De ahí en más, tomó intervención el área de Trata de Personas de la PFA con instrucción del Juzgado Federal de Reconquista. La mujer fue asistida por profesionales del Centro de Atención a la Víctima de Vera que dieron veracidad a sus dichos.
Con esas certezas, se ordenó la captura de Aquino, que aún permanece en calidad de prófugo. Algunos aseguran que estaría en su casa, resguardado por su familia.