Sabido es que no se puede inventar un candidato a Gobernador o a Presidente de la Nación de un día para el otro. El socialismo ya trabaja en el sucesor de Bonfatti con presagios de nuevas internas propias y con el radicalismo. Mientras tanto, facciones del “sciolismo” harán su desembarco formal este lunes en Santa Fe capital.

 

Antonio Bonfatti quiere tonalidades propias para su gestión. Sin salirse de la paleta de colores del socialismo, el Gobernador pretende que la ciudadanía lo reconozca por sus propios méritos políticos y ejecutivos antes que por haber sido el ungido por Hermes Binner.

 

A Bonfatti siempre le molestó que digan que Binner lo llevó poco menos que a babuchas al Sillón del Brigadier, pasando de ser un mas o menos conocido Jefe de Gabinete con cinco puntos sobre finales del 2010 a orillar los 39 puntos que lo consagraron Gobernador hace un año. Hoy quiere construir su propio dúplex dentro del edificio socialista que regentea Hermes Binner, nuevamente lanzado a la arena nacional, primero como Diputado el año que viene, para volver a pugnar por la Presidencia en el mítico 2015.

 

Mientras Binner comienza nuevamente a construir su devenir nacional junto al FAP que lidera, el Gobernador Bonfatti debe ingeniárselas en la bota santafesina para resistir la virulenta contraofensiva K por los misilazos que Binner, (consignatario de una interesante imagen según la consultora M&F) en su condición de candidato, lanza sobre la gestión de la Presidente Cristina Fernández

 

La muestra mas letal del poder de fuego K que el calvo Gobernador santafesino no pudo advertir a tiempo fue el “narcoescándalo” de proyección nacional originado por el convenientemente mediatizado “caso Tognoli”, que averió seriamente por un tiempo el cuarto de máquinas socialista, hasta que Bonfatti advirtió que podía utilizar la fuerza del adversario en beneficio propio, reaccionando de inmediato con el ampuloso anuncio de “profundos” cambios en la estructura policial sobre los cuales no se tienen mas noticias. En paralelo, y para respiro provincial, la casi inmediata liberación de Tognoli por falta de méritos, el satisfactorio paso del Ministro de Seguridad Lamberto por la Legislatura que lo interpeló, y otros escándalos nacionales, cambiaron el eje de la discusión sobre el narcotráfico en Santa Fe (que por cierto sigue existiendo).

 

Precisamente, y hablando de política, el pase Raúl “Pato” Lamberto de la Cámara de Diputados al Gabinete cuando ya arreciaban los problemas con la policía, fue una clara señal de Bonfatti de empezar a darle su propia impronta política a la gestión. En estas páginas advertimos que Lamberto era un par del Gobernador, no un simple ministro fusible.

 

Lo mismo acaba de hacer en Educación cuando el férreo y a veces intolerante carácter de la ex Ministra Letizia Mengarelli le traía más problemas que soluciones con los siempre descontentos gremios docentes. La reemplazó por Claudia Balagué, un cuadro técnico, pero por sobre todo político que no viene – como Mengarelli – de la mano del ex Gobernador Binner.

 

La simpática Ministra Balagué tuvo su primera prueba de fuego con Amsafé y Sadop (este lunes recibirá a Amet y UDA) dejando una buena impresión entre sus rigurosos interlocutores gremiales: “es inteligente, entiende de política, es simpática y además da la impresión que se apoyará en los que saben dentro del Ministerio, no como las anteriores que competían con sus colaboradores”, confió uno de los asistentes a la reunión.

 

El socialismo lanzado hacia el 2015. El actual senador por el Departamento Rosario Miguel Lifschitz tuvo que resignar su momento de gloria el año pasado, cuando Hermes Binner decidió que su delfín para la sucesión gubernamental fuese Antonio Bonfatti, canjeándole al buenazo de Miguel las aspiraciones gubernamentales por el patriótico servicio partidario de ocupar la banca senatorial (de haber sido cabeza de lista de Diputados, hoy el FPCyS quizás no tendría minoría en la Cámara Alta, se lamentan en el Partido).

 

El apadrinamiento de Binner a Bonfatti extravió políticamente al senador Rubén Giustiniani que venía embriagado con el casi triunfo sobre Carlos Reutemann dos años atrás (sin advertir que también había sido obra de Binner) y decidió cometer el fatal error de enfrentar al hacedor. Subestimado Binner por Giustiniani, los socios radicales, que nunca se quitaron – ni se quitarán – el cuchillo de entre los dientes para enfrentar al socialismo, creyeron ver la veta por donde colar el triunfo de Mario Barletta en una interna abierta de tres.

 

Binner dió cuenta con Bonfatti de Giustiniani y Barletta en la interna abierta. Ambos trabajaron luego en las generales para el fatigoso triunfo del actual Gobernador sobre el extranjero de la política Miguel Del Sel, que ahora en la presidencia del PRO santafesino y convenientemente adiestrado en política y economía en la Fundación Pensar del PRO en Capital Federal acometerá la faena de ser diputado nacional, mientras su gente arma trabajosamente territorios en el interior provincial de cara a la gobernación del 2015.

 

Ahora es mi turno, seguramente  reflexionó Lifschitz apenas asumido como senador, cargo que evidentemente lo aburre. De inmediato elaboró su estrategia de posicionamiento provincial a través de un epopéyico proyecto de creación del

 

Consejo Económico y Social (CEyS) de la provincia de Santa Fe, con el cual comenzó a caminar centros comerciales e industriales y medios de comunicación con el proselitista argumento de presentarlo en sociedad.

 

Hasta que Bonfatti, que no lo tiene a Lifschitz como candidato natural para la sucesión se lo hizo saber explícitamente: “Lifschitz no es el candidato natural para la sucesión”, disparó, para de inmediato apaciguar: “eso lo decide el Partido Socialista”, dejando en claro que “obviamente que Miguel sería un excelente candidato”. La bala estaba lanzada y “Miguel” (los socialistas acostumbran llamarse por su nombre de pila) reaccionó con la paciencia hindú del Raví Shankar señalando que no le molestaba que Bonfatti (faltó que diga “el hermano Antonio”) no lo considerase su sucesor natural a la gobernación; pero de inmediato soltó el animal político que lleva adentro: “no agrega nada nuevo”, desafió, dejando en claro que aspira a ser candidato a la gobernación.

 

Ahí nomás, revalidando su título de líder no jubilado terció Hermes Binner reprendiendo a Bonfatti: “me parece que sí; (Lifschitz) es una persona excelente; tiene una vasta experiencia en el manejo de la cosa pública», y por tal motivo «va a estar dentro de tres años en el candelero político de Santa Fe». Para demostrarle al Gobernador quien manda en el Partido, Binner llevó de la mano a Lifschitz a la limítrofe ciudad norteña de Las Toscas a visitar el moderno hospital de mediana complejidad que cuatro días antes había inaugurado Bonfatti.

 

Allí “Miguel” acompañado por “Hermes” hizo pata ancha, y si bien dijo que el Partido “procesó lo que había ocurrido con Rubén Giustiniani” y que se trabajará para encarar las diferencias – que ya surgen-  de otra manera para llegar a una propuesta electoral unidos”, volvió a dejar en claro (por si “Antonio” no se dio por notificado) que “tampoco hay garantías de que esto vaya a ser así”.

 

En el expectante radicalismo, hoy trabajan para que el ascendente Presidente partidario Mario Barletta sea diputado nacional el año que viene junto a Hermes Binner, no pierden las esperanzas de reeditar el 2011: “si el candidato no es Lifschitz (ya sospechan quien puede ser el elegido de Bonfatti) vamos a internas”, confesó un tanto apurado un referente legislativo de la boina blanca.

 

Desembarca un sector del sciolismo en Santa Fe

 

Este lunes se consumará el adelanto de nuestro Diario realizado hace un par de semanas: desembarcará en Santa Fe el sciolismo a través de su brazo política “La Juan Domingo” de la mano del Senador Pvcial de Buenos Aires, Baldomero Alvarez de Olivera, dándole el bautismo formal y público a la Liga de los Senadores Santafesinos que por ahora integran Danilo Capitani (San Jerónimo), Armando Traferri (San Lorenzo), Hugo Pucheta (Vera), Rubén Pirola (Las Colonias), Raúl Gramajo (9 de Julio) y Eduardo Rosconi (Caseros); seis de los once que integran los dos bloques justicialistas del Cuerpo: Partido Justicialista-Frente para la Victoria (PJ-FV) y Partido Justicialista-Santa Fe para Todos (PJ-SFPT), que hace una semana visitaron a Scioli en Buenos Aires.

 

Cacho Alvarez estará en Santa Fe adonde compartirá un cónclave con  dirigentes con los cuales viene compartiendo actividad política como es el caso del rosarino Luis Chervo, con quien tiene programadas algunas reuniones con dirigentes de varias Ciudades de la Pcia de Santa Fe, Entre Rios y Corrientes.

 

El dirigente sureño Osvaldo Salomón, que transita otro de los andariveles del sciolismo, en este caso junto al Partido Celeste y Blanco de Francisco De Narváez  y José “Pepe” Scioli, adelantó que no estará presente en el acto de este lunes hasta no saber fehacientemente si los asistentes comulgan con la idea de la no a la “re-re” de Cristina. Salomón sospecha que los senadores “liguistas” terminarán siendo funcionales a los dictados de la Casa Rosada de la mano del inoxidable Juan Carlos “Chueco” Mazzón junto al obeidismo.

 

“Cacho” Alvarez de Olivera viene desarrollando junto a dirigentes y funcionarios del gabinete de Daniel Scioli la tarea de instalación de uno de los brazos políticos con los que el Gobernador bonaerense encarará su carrera rumbo a la Casa Rosada.

 

El otro ariete es LA DOS que lidera el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Martín Ferré, y responde al jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez.

 

Pronóstico de serias tormentas convectivas presagian los meteorólogos para este verano caliente de cambio climático. La política extenderá el pronóstico durante todo el año..