Ingresó a la Legislatura santafesina un proyecto de ley que prevé prohibir en toda la provincia la fabricación, tenencia, expendio y utilización de estos artificios, sean o no de venta libre. Sólo sugiere excepciones para los espectáculos destinados al entretenimiento de la población o conmemoraciones especiales.

 

Días atrás, la diputada provincial Silvia de Césaris, presidenta del bloque Producción y Trabajo, del Frente Para la Victoria, presentó un proyecto de ley por el cual se prohíbe en todo el ámbito de la provincia la utilización, tenencia, acopio, exhibición, circulación, fabricación para uso particular y expendio al público de artificios de pirotecnia y cohetería, sea este de venta libre o no y /o de fabricación autorizada. La autoridad de aplicación, estaría dentro de la órbita del Ministerio de Seguridad.

 

Sólo se prevén excepciones para quienes se dediquen a la realización de espectáculos con artificios pirotécnicos destinados al entretenimiento de la población o a la conmemoración de hechos o días especiales y deberán contar con la autorización correspondiente, que será de manera temporaria.

 

Este proyecto tiene preferencia para ser tratado en la próxima sesión de la Cámara de Diputados y fue enviado a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

La iniciativa tiene su justificación en que la manipulación de estos productos tiene riesgos de incendios, ruidos molestos, daños materiales, lesiones graves y en muchos casos, la muerte de las personas y animales.

 

Es noticia cada año, la existencia de personas heridas por el uso indebido de los fuegos artificiales durante las fiestas. Todos los años, en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, es habitual, y está socialmente instalado, el uso de pirotecnia, lo que genera accidentes que van desde el deterioro estético y quemaduras hasta pérdidas de la visión, daños sobre el aparato auditivo y mutilaciones.

 

Además los profesionales de la salud, son casi unánimes, al afirmar que la pirotecnia es peligrosa, más aún en épocas de las fiestas de fin de año, donde se registran aumentos de urgencias por su el mal uso. Distinto es el caso de los fuegos artificiales dirigidos por personal especializado, de modo que la gente pueda disfrutar del espectáculo sin correr riesgos.

 

Es así que muchas veces, el uso doméstico de artefactos pirotécnicos es realizado por personas que, en la gran mayoría de los casos, no están capacitadas para su manejo, lo que constituye un alto riesgo, tanto para quienes las manipulan como para aquellos que por cercanía pueden verse afectados en su integridad física o bienes.

 

Como ejemplo elocuente de la tragedia, vale recordar el recital de Cromañón, en el cual perdieron la vida la noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda de rock Callejeros, 194 personas y al menos 1432 heridos, por utilizar bengalas. Años después, el día 30 de abril del 2011, en un recital del grupo de rock La Renga, en el autódromo de la ciudad de La Plata, una bengala le provocó lesiones fatales a un espectador.

 

Las consecuencias derivadas del uso de la pirotecnia, son motivo de preocupación de las organizaciones de la sociedad civil que vienen solicitando año a año su prohibición. Por ejemplo: las organizaciones protectoras de animales, las organizaciones destinadas a la problemática de la discapacidad y las organizaciones ambientalistas, entre las principales.

 

“No hay buena o mala pirotecnia, ni autorizada ni no autorizada, ni pólvora negra o blanca. Todos los productos son nocivos porque producen daño. El peligro radica en usarlas”, señaló la diputada.

 

Antecedentes

 

En cuanto a la postura del ámbito político, De Césaris expresó que “existe una preocupación por parte de los Estados, que son los que deben ejercer el control sobre esta actividad”. En el mismo sentido, agregó: “Algunos Estados han optado por reglamentar su uso, restringiendo su venta y aplicando severas sanciones a la venta ilegal y otros, por la prohibición de la venta de fuegos de artificios. En ambos casos, el Estado reconoce la peligrosidad intrínseca de los elementos de pirotecnia que pueden causar daños graves a la salud y a los bienes de las personas en general”.

 

Lo cierto es que otro de sus inconvenientes que genera, es la contaminación sonora. En 20 estados de los Estados Unidos y en ciudades de España y Holanda, han establecido en forma expresa la prohibición de la comercialización de este tipo de productos peligrosos.

 

Chile promulgó en mayo de 2000 la Ley Nacional Nº 19.680 que prohíbe la fabricación, importación, comercialización, distribución, venta, entrega a cualquier título y uso de fuegos artificiales, artículos pirotécnicos y otros artefactos de similar naturaleza.

 

En la Argentina, ciudades como Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Florencio Varela, Río Tercero, Baigorria y Bahía Blanca; y en la provincia de Santa Fe, localidades como Coronda, Casilda, Puerto San Martín y Cañada de Gómez han prohibido el uso de la pirotecnia.