Más de 700.000 personas dejaron de fumar entre 2009 y 2012 en la Argentina y 7 de cada 10 fumadores están pensando en abandonar el cigarrillo, según la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos.

 

El sondeo fue realizado por primera vez en el país por el Ministerio de Salud de la Nación.

 

La cartera, en vísperas del Día Internacional del Aire Puro, que se celebra el jueves, adelantó algunas conclusiones del estudio, realizado entre 7.000 personas de todo el país seleccionadas al azar.

 

“Esta encuesta ya se realizó en más de 20 países y a partir de estos resultados vamos a poder profundizar el conocimiento sobre la epidemia del tabaquismo en la Argentina y, además, podremos comparar el consumo de tabaco que se registra en el país con el de otros Estados”, resaltó la subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria, Marina Kosacoff.

 

Este estudio -que contó con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro para el Control del Enfermedades (CDC) de Estados Unidos–, releva el consumo de tabaco; la exposición al humo ajeno; la cantidad de gente que dejó o quiere dejar de fumar; aspectos económicos del tabaquismo; la publicidad y las actitudes y percepciones de la población mayor de 15 años relacionadas al tabaquismo.

 

De acuerdo a los resultados obtenidos –que fueron comparados con información similar surgida de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) del año 2009–, se sabe que el 22,8% de los mayores de 18 años fuma, lo que evidencia un gran descenso con respecto a los datos anteriores, cuando la proporción de fumadores era del 27,1%.

 

Además, se constató una mayor disminución del consumo de tabaco en mujeres que en varones.

 

En relación a la exposición al humo de tabaco ajeno, el estudio mostró que el 31,6% de los adultos que trabajan en ambientes cerrados –3,4 millones de personas–, estuvieron expuestos al humo de tabaco ajeno, mientras que el 33% –9,1 millones de personas–, corrió la misma suerte en sus hogares, mientras que otro 23,2% –2,3 millones– lo sufrió en restaurantes.

 

“Las 7000 sustancias que contiene el humo del cigarrillo incluyen metales pesados, componentes cancerígenas e incluso materiales radioactivos que pueden permanecer en el ambiente hasta dos semanas después de que se ha ventilado la habitación donde se estuvo fumando”, recordó Kosacoff, para mostrar cómo el humo ajeno afecta la salud de los no fumadores.