La política santafesina alimenta el cambio climático generando un invierno caliente.
La reforma tributaria enviada por el dialoguista Antonio Bonfatti le abrió las venas al peronismo que no puede parar el derrame, luego de que la mayoría senatorial justicialista decidiera el épico cambio del texto oficial por uno propio, que despertó iras entre sus compañeros diputados que encabezados por el presidente del bloque del FPV Darío Mascioli ahora buscan desesperadamente la manera de emparchar, sin ahondar las heridas con los senadores y en su propia bancada, lo votado en la Cámara Alta.
Es francamente admirable como los diputados peronistas recurren esforzándose a rebuscados estilos literarios para no decir lo que piensan de sus compañeros senadores a la hora de hablar de la reforma, preguntándose por qué tuvieron que cargarse la iniciativa gubernamental al hombro con correcciones que la empeoraron políticamente, llevándolos a coincidir trágicamente con el Ministro Sciara en la última interpelación en que lo propiciado en el Senado es verdaderamente el impuestazo achacado al oficialismo gobernante.
Los senadores peronistas se defienden diciendo que resultaba francamente utópico entablar diálogos y consensos sobre la reforma con un bloque de diputados peronista subdividido en nueve fracciones.
De paso, la media sanción resignadamente unánime en senadores causó algunos raspones entre los desconfiados socios radicales en el FPCyS, que tampoco aunaron criterios entre Cámaras a la hora del debate y no ahorran críticas hacia los correligionarios del Senado.
Por lo visto los ámbitos partidarios a la hora de abordar los grandes temas siguen ausentes sin aviso. Freyre (PJ) y Galaretto (UCR) siguen siendo convidados de piedra.
Azuzados por los senadores radicales que veían disminuir sustancialmente los recursos para el gobierno luego de las enmiendas peronistas a la reforma, el peronismo aceptó votar inmediatamente después del receso invernal una regularización tributaria a manera de compensación. Desinteligencias “menores” –aseguran- entre los senadores peronistas demoraron para esta semana la media sanción.
Mascheroni agregó una pizca mas de confusión.
Como si no fueran suficientes los debates por la reforma tributaria en los Partidos, el diputado radical Santiago Mascheroni, secundado por los correligionarios Julián Galdeano y Darío Boscarol, y el sugestivo acompañamiento de la peronista Alejandra Vucasovich, Raúl Fernández del PRO y Eduardo Di Pollina del socialismo, ingresó discretamente una iniciativa para reformar la Ley de boleta única (o Ley Javkyn) votada en Noviembre del 2010) podando la boleta única, que en vez de una boleta con 5 cuerpos bien diferenciados (gobernador y vice, diputados provinciales, senadores provinciales, intendente y concejales) pasaría a una papeleta con tres cuerpos, juntando al gobernador y vice con diputados y al intendente con concejales.
A simple vista se observa un intento por evitar el “efecto María Eugenia Bielsa”, que el año pasado con el estreno de la democracia químicamente pura impulsada por la boleta única, impulsó con su impronta el triunfo en la categoría de diputados provinciales, generando por primera vez en la historia parlamentaria santafesina una Cámara de Diputados de un signo político distinto al del Poder Ejecutivo.
Mascheroni y Cia tal vez quieran enmendar legislativamente lo que algunos candidatos, que en virtud de la nueva boleta quedaron afuera, quisieron resolver judicialmente pero no los dejaron políticamente (caso la radical Alicia Tate) invocando un quebrantamiento del espíritu de los Constituyentes de 1962, que pensaron en una Cámara de Diputados numéricamente afín al Poder Ejecutivo para no afectar la gobernabilidad, argumento ahora esgrimido por quienes suscribieron la nueva iniciativa.
Lo curioso es que muchos radicales afirman que no sabían que Mascheroni ingresaría el proyecto el pasado jueves; aunque admiten que el tema había sido conversado; algunos dicen de manera “ocasional”, mientras otras fuentes aseguran que se charló en la mesa del Frente, dentro del cual habría cierto consenso en «abrir la discusión de alguna modificación”. También están quienes señalaron que en el sector del M.A.R no cuajaba la idea del arrastre en la categoría intendentes.
Otros radicales anticiparon a este Diario que se puede plantear el acortamiento del cronograma electoral, que en Santa Fe es de 5 meses.
El presidente de la Cámara de Diputados Luis Rubeo clausuró desde el vamos la discusión: «no se puede acomodar el sistema electoral cada dos años, de acuerdo a la coyuntura política» opinó, para sentenciar que no tendrá «un trámite exitoso en la Legislatura, al menos este año».
La librepensadora diputada justicialista integrante de Unión Pro Federal Alejandra Vucasovich que acompañó con su firma el proyecto, reivindicó la iniciativa en el convencimiento de “instalar el debate y para que cada sector opine sobre su posicionamiento”; contradiciéndose al afirmar que se sigue respetando la individualidad del voto con cruces para las distintas categorías, y sostener que “hay que garantizarle gobernabilidad al gobernador”.
Dentro del PRO se excusaron de hablar del tema (que al ser firmado por uno de sus integrantes habría generado mar de fondo) coincidiendo – sin saber – con los radicales que opinan que la Constitución directamente otorga 28 diputados a la lista ganadora (en verdad la Constitución habla del “Partido”, ya que se había concebido con lista sábana) mientras que en concejalías municipales el reparto es por sistema D`Hont.
En el gobierno no sabían nada del tema. Otras fuentes aseveran que hubo reproches hacia Di Pollina en el seno del Cemupro (Centro de Estudios del socialismo en Rosario) porque no es momento para instalar este debate cuando aún se está discutiendo el voto a voto de la reforma tributaria.
De todos modos, en la Casa Gris consideran acertado el planteo de Di Pollina (uno de los firmantes) sobre que la ley electoral debe ayudar a la gobernabilidad; a la vez que insisten en que no es razonable que la lista peronista encabezada por María Eugenia Bielsa obtuviera 13 diputados más, con solamente 33 mil votos de diferencia sobre la grilla iniciada por Raúl Lamberto y Griselda Tessio del FPCyS.
A la espera de una buena noticia judicial
todo esto, generó razonables expectativas favorables en la Casa Gris “porque la presentación de Santa Fe tiene argumentos sólidos e incontrastables”, al decir del Ministro de Gobierno Rubén Galassi, las declaraciones del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien de paso por Rosario dijo que «es inminente» un fallo del máximo tribunal sobre el reclamo que hiciera el gobierno de Santa Fe al nacional por la millonaria deuda de la coparticipación, que asciende a unos 1.300 millones de pesos
De esta manera, el Presidente del Máximo Tribunal refutó las declaraciones (pronunciadas en esta Capital) de su colega, Eugenio Zaffaroni, que había opinado que la Corte Suprema no sería el ámbito adecuado para resolver estas cuestiones y propició una mesa de negociación política.
Todos contra la reforma
Mientras tanto el santafesino Mario Barletta, titular del Comité Nacional de la UCR envió una carta a los presidentes de todas las agrupaciones políticas para pedirles que se manifiesten «con firmeza en contra de estas aventuras reeleccionistas que empobrecen la democracia y la convivencia social”.
El Frente Amplio Progresista, que encabeza el socialista Hermes Binner, manifestó ya en distintas oportunidades su rechazo a la reforma. Sin embargo, intentará incluir su propuesta: una campaña de recolección masiva de firmas en todo el país.
Fernando Pilo Solanas, líder de Proyecto Sur, quien votó a favor de la estatización de la ex Ciccone, señaló que se debe convocar “a la unidad nacional contra el neoliberalismo”, indicando a Hermes Binner como “uno de los grandes referentes nacionales” con quien coincide “en las grandes líneas políticas”.